domingo, 22 de abril de 2012

Colombia: Desde la cumbre, los buitres nos esperan. (*)

En un articulo que publicó ayer el régimen cubano en el periódico Granma, titulado “Por la segunda independencia”, nos queda claro que los hermanos Castro tenían planeado sabotear la Cumbre de las Américas desde un comienzo; que junto a Chávez continúan fortaleciendo el modelo del socialismo del siglo XXI en Latinoamérica, y que a raíz de esos dos hechos, programan a su antojo las agendas de política exterior de los países alineados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). 

En primera medida, como en una lista de objetivos alcanzados, en el artículo se nombra y “se aprueba” cada uno de los “nobles” gestos de los presidentes que se solidarizaron con el tema de la participación de Cuba, considerando o exigiendo su inclusión en la Cumbre de las Américas realizada en Cartagena. Casi que con libreto en mano, señalan el rol de los presidentes indecisos, los enfermos y los trabajosos de última hora en un cronograma que comenzó en el pasado mes de febrero cuando se reunió el ALBA en Caracas. Además, como para no desentonar con el tono de amistad, también agradecen la visita a la isla por parte del ave de mal agüero y hasta elogian su papel como anfitrión de la cumbre. 

Entre los escándalos y los shows mediáticos que tuvieron lugar en Cartagena resultó fácil dejar en segundo plano que hoy los cubanos sobreviven a una cruel dictadura que no respeta sus derechos fundamentales ni sus libertades individuales y que sus tiranos no tienen ninguna intensión de transitar hacia la democracia, siendo éste el único requisito a cumplir para poder participar en las Cumbres de la Organización de los Estados Americanos (OEA). 

En ese sentido, la dictadura cubana manifiesta que la Cumbre de las Américas sólo ha beneficiado al “Norte”, e insiste una y otra vez con su discurso antiamericano, igualmente promulgado por todos sus seguidores, de que todos sus males son producto de un supuesto bloqueo (bastante diferente del embargo que en realidad existe) de los Estados Unidos a la isla. Al respecto Chávez exigió “el fin del vergonzoso y criminal bloqueo a la hermana República de Cuba: Bloqueo que, desde hace más de 50 años, ejerce el imperio, con crueldad y sevicia, contra el heroico pueblo de José Martí”. 

A esta altura, y con muchos de los países miembros siguiendo órdenes de los Castro, el Granma ordena: “de la OEA, ese cadáver insepulto, ni hay que hablar”. 

Como segunda medida, si bien el tema de la despenalización del consumo y venta de drogas ilegales sentó algún precedente en esta cumbre, comparto que no tiene sentido discutirlo si no están presentes todos los representantes de los países responsables del narcotráfico en la región. Por ejemplo, entre los que aún dicen no tener posición definida en el debate se encuentra Venezuela, país que constituye un punto estratégico en la cadena de distribución de drogas ilegales, especialmente en camino hacia Europa. Y con Chávez en el poder, entre su enfermedad, su patrocinio a Cuba y sus esfuerzos e intereses impulsando el socialismo del siglo XXI, lo que más se necesita son recursos, y las drogas legalizadas no dejarían la misma utilidad. 

Por último, es necesario reconocer que el escenario regional les ha facilitado las cosas a los hermanos Castro. Los pronósticos acerca de un consenso son bastante precarios, motivo por el que no fue posible la firma de un documento final de la cumbre. El intercambio económico entre pares ha sido desmotivado por altas deudas, inseguridad reglamentaria para la inversión, políticas proteccionistas, y la integración regional ha sido sustituida por tratados de libre comercio bilaterales, firmados especialmente con los Estados Unidos. Los reclamos territoriales, tales como las islas Malvinas por parte de Argentina o la salida al mar que exige Bolivia, vuelven a mojar prensa convirtiendo el anhelado debate constructivo en una mera búsqueda de votos de apoyo. Además, Colombia, el país que por su ubicación geográfica conecta las Américas y que durante el gobierno de Uribe combatió las guerrillas, atacó los cultivos de coca y fue especialmente reacio a la política de sus vecinos; ahora parece empezar a contagiarse de la misma enfermedad de la que padecen todos sus nuevos mejores amigos. 

Hoy por hoy, en nuestra colorida región la libre circulación de personas se aprovecha para cruzar drogas o esconderse de la justicia en otros territorios; las empresas no se privatizan si no que son víctimas de la expropiación y estatización por parte de los gobiernos (como si “todo su desarrollo” les alcanzara para meterse con esos chicharrones); la supuesta integración regional sólo alcanza para la foto grupal; la política exterior incluye falsos voluntariados para la liberación de rehenes y preocupantes capítulos de negociación con terroristas; y hasta salen figuritas desubicadas que se atreven a sugerir en territorio ajeno que los terroristas de las FARC deberían consolidarse en un partido político… Venimos aprendiendo bien de los Castro. 

Curioso que el Granma nos diga que “de Cuba se deben ocupar los cubanos”; porque “aquellos cubanos” andan ocupados en cosas que inmiscuyen a toda nuestra región latinoamericana.


(*) Por Dayi Sedano. Internacionalista y Directora de Programas de HACER en Colombia. 


Fuente: HACER


    

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