El ex preso político Ramón Fernández Rodríguez, quien ha cumplido diecisiete años de prisión por cinco causas políticas, fue dado de alta el 20 de marzo de 2012, después de haber permanecido ingresado en el hospital Gustavo Aldereguia Lima, en Cienfuegos, a resultas de una golpiza policial propinada el 12 del presente mes en Holguín.
Fernández Rodríguez, quien según su esposa, Keti Garrido Carralero, fue reportado grave el 16 de marzo, sufrió la fractura de tres costillas y un brazo, al ser golpeado por el Capitán Jorge Espinosa Díaz, el Teniente Yumiel García y otros dos no identificados, todos agentes de la policía política cubana. Según refiere el propio agredido, los militares le golpearon con bates de béisbol y tonfas (garrotes, palos de policía) hasta dejarlo sin conocimiento, y que este es otro de los muchos secuestros y golpizas a que es sometido constantemente.
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De acuerdo a la versión de Fernández Rodríguez, dos motivos explican el ensañamiento de Raúl Castro contra su persona: ser hijo de Humberto Miguel Fernández, quien fuera Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, y haberse negado al reclutamiento al Servicio Militar Obligatorio, bajo el alegato de no querer “ser convertido en asesino como los hermanos Castro Ruz”.
Fernández Rodríguez, nueve días después de la golpiza, aun esputa sangre como consecuencia de los golpes recibidos, que le provocaron la fractura de tres costillas y un brazo.
Su móvil refleja la recepción de una llamada, realizada desde un numero privado el 21 de marzo a las 6:45 a.m., en la que la voz de un desconocido le dijo: “sabemos que vas para La Habana, te aconsejamos que no vayas porque puedes ser hombre muerto”.
A este reportero le consta el continuo bloqueo a su línea de telefonía móvil, y que Cubacel le descuenta 0.89 CUC por un sms valorado en 0.09 CUC.
(*) Por José Alberto Álvarez Bravo.
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